El Presente Como Historia

Un hombre ante la Historia. Así resumo y califico yo, estas memorias de Álvaro Tirado, después de haberlas leído con sumo agrado y gran interés por su contenido tan rico en vivencias, en acontecimientos, en sucesos de nuestra historia nacional, en la cual el doctor Tirado ha sido actor y testigo, durante toda su vida. Su papel como defensor de la libertad y de la democracia y su actuación como propulsor de los derechos humanos, lo muestran como un demócrata integral. Su cultura y su anhelo de conocimientos, de beber en la fuente del pensamiento de los grandes hombres, lo hacen un humanista, para el cual, nada de lo humano le es indiferente. Este libro, es el testimonio de la intensa vida de un intelectual, que ha unido el pensamiento a la acción, y que como historiador ha querido ahondar, con una visión profunda y crítica, en la convulsa historia de nuestra patria, contribuyendo de esta forma, a la construcción de un país mejor. Mostrándonos el errado camino que llevamos, pero también haciendo énfasis en lo que hemos logrado a lo largo de nuestra vida como república. Puedo afirmar, que la lectura de este libro, no nos dejará indiferentes ante la realidad de nuestra existencia y ojalá supervivencia como un estado de derecho basado en sólidos principios democráticos.

Recomendado del librero.

Pocas veces en Colombia un historiador ha tenido la oportunidad de ser a la vez testigo y actor del acontecer político nacional e internacional como Álvaro Tirado Mejía, cuya rica vida intelectual y diplomática ha quedado consignada en estas esclarecedoras memorias. En ellas, el autor se refiere a hitos que marcaron el panorama mundial y colombiano del siglo XX, como el surgimiento del nadaísmo, la Guerra Fría, la Revolución Cultural china, la creación del Frente Nacional y las negociaciones de paz con el M-19 y el EPL. También reconstruye sus encuentros con grandes figuras como Gabriel García Márquez, Héctor Abad Gómez, Camilo Torres Restrepo, Luis Carlos Galán, Willy Brandt, Pierre Vilar, Patricio Aylwin, Alejo Carpentier y Julio Cortázar, entre muchas otras, y recuerda a colegas y amigos suyos que murieron en el torbellino de violencia en que se ha visto inmerso el país.